jueves, 28 de julio de 2011

Lleva más lejos un boleto de tren que uno de lotería

Aquí les dejo un monólogo que escribí... la historia nació de un encuentro que tuve en un tren en Alemania de camino a ver a mi tía en Oberhausen... Si la historia es real jejeje... pero ¿Por qué digo que lleva más lejos un boleto de tren que uno de lotería? Por que aquel boleto de tren me hizo volver a creer que el amor de películas puede pasar en la vida real... cosa que no hubiera pasado si en vez de comprar el boleto de tren hubiera comprado uno de lotería... inclusive si me hubiera ganado el premio más gordo!

Les advierto... con fines actorales el personaje representando el monólogo era una señora de unos 70 años recordando el pasado... y no no me encontraba de viaje por europa disfrutando de la fortunas de mis padres jejeje... si no realizando prácticas profesionales!


¿Alguno de ustedes cree en el amor a primera vista? Hay quienes ni siquiera creen en el amor, o que le dan explicaciones científicas. Pero claro, existen los eternos románticos que creen que el amor puede nacer simplemente de mirarse el uno al otro y sin siquiera cruzar palabras.

Es cierto, yo era de aquellas muchachas que sueñan que algún día su vida se convertirá en un“...y vivieron felices por siempre”, pero en ocasiones dudo acerca de esto. El amor ha sido pintado en numerosas ocasiones y de distintas maneras en las películas, los libros. Tanto que quizá nos lo han pintado justo como ellos han querido.

Que quizá no es cierto que sólo hay una persona para ti, y que el amor es simplemente una ilusión, una reacción química a la que te haces inmune. O por otro lado que el amor de películas existe, pero no para todos. Todo esto dando vueltas en mi cabeza haciéndome pensar que tal vez por buscar en la fantasía había ya dejado escapar el amor de verdad. Así que decidí que por más que las comedias románticas fueran mis películas favoritas, que ya no iba creer que lo que en ellas se cuenta fuera real.

Pero esta decisión no duró mucho…

Fue un 19 de Septiembre.

Lo recuero como si hubiera sido apenas ayer… me encontraba en Europa disfrutando de la fortuna de mis padres. Aquel día llegué con buen tiempo a la estación, al poner mi pie en el primer escalón para subir al tren me llegó una sensación indescriptible al pecho, un indicio de que algo estaba por suceder, pero no sabía qué.

El primer tren se retrasó, por lo cual llegué con el tiempo justo para cambiar de andén. Tomé mis cosas y caminé apresuradamente hacia mi destino. Pero mi caminar se vio interrumpido por una mirada a la que sin pensar le regalé una sonrisa, la cual no pude borrar ni siquiera al entrar al vagón que me correspondía y darme cuenta que todos los lugares estaban ocupados y por lo cual tuve que sentarme en el suelo.

Me acomodé, saqué mi libro, sin dejar de pensar en esos ojos azules con los cuales me había perdido unos minutos antes. Minutos después alguien se tropezó conmigo, al voltear vi sus zapatos lustrados, su uniforme de piloto y su brillante sonrisa, me pidió disculpas y sólo pude contestar: No hay problema.

En el transcurso del viaje él volvió a pasar cerca de mí 1, 2, 3, 4 sinceramente no sé cuantas veces, siempre mirándonos fijamente, y nuestras sonrisas cada vez más francas, más sinceras: más expresivas. Mi corazón latiendo más rápido, más fuerte, y a la vez deteniéndose poco a poco.

Siguiente parada: Essen. Asegúrense de tomar todas sus pertenencias. La voz de la azafata me hizo guardar mi libro en mi maleta y dirigirme al vagón donde se encontraban las escaleras, al llegar acomodé mis cosas, me abroché el abrigo y al levantar la vista ahí estaba él: me sonrió, le sonreí. Pasamos el resto del tramo viéndonos fijamente, conversando con la mirada, como dos personas que se conocen de mucho tiempo, como dos confidentes: como dos enamorados.

El tren se detuvo y me bajé para encontrarme con una estación a la que nunca había ido, Tenía que cambiar de andén para tomar el último tren. Intenté pedir ayuda, pero entre que mi alemán nunca fue nada bueno y el hecho de que su rostro seguía grabado en mi memoria, no pude articular palabra alguna.

Decidí buscar yo misma el otro andén y en ese momento alguien me tomó del hombro y con la voz más profunda y dulce que yo haya escuchado me preguntó al oído que buscaba, mientras que mi corazón volvía a acelerarse. Sin dejarnos de ver me indicó hacia donde tenía que ir.

Al tomar el primer paso para alejarme de donde estaba, algo me jaló de regreso:
él me había tomado de la mano: Debo irme, mi próximo tren espera. Le dije esto mientras que el me intentaba decir algo más, algo que no entendía, a lo que no presté atención por seguir enajenada de su mirada y del hecho de que nuestras manos estaban entrelazadas. Y me solté, lo dejé ahí y seguí mi viaje. Pero de vez en vez recuerdo lo que pasó, y me pregunto que hubiera sido si… Bueno no importa, porque simplemente no podía ser.

Y, después de esto… ¿volví a creer en el amor? Me gusta pensar que existe…¿Lo volveré a ver? Lo dudo... ¿Cuál es su nombre? Quién sabe… De lo único que estoy segura, es que esos breves instantes fueron reales, aquel sentimiento, aquella emoción, no fueron producto de mi imaginación. Y fue por ello que volví a creer en el amor.

¿Y qué es el amor? Han pasado varios años, incluso me he vuelto a topar con él, pero sigo sin poder describirlo… No hay ningún otro sentimiento que se le parezca, lo es todo y a la vez nada… Puede causarte la mayor de las alegrías y aún así es capaz de causarte la más profunda de las depresiones. Llega de sorpresa, no te avisa, no te pregunta, simplemente se apodera de ti… sin que entiendas el cómo, el cuándo, el donde… el porqué. Pero aún así te aferras a él, y aunque en un principio no lo entiendas, al sentirlo no quieres dejarlo ir.

Porque no hay nada que te haga sentir más vivo, más joven, incluso si lo encuentras y no es correspondido. Porque saber que ese alguien es feliz, te alegra, te llena, te hace seguir querer viviendo. Y no… no es como en las películas, no es una gran producción, no hay iluminación especial, no existe un soundtrack, no hay fuegos artificiales… ¿Pero saben algo?... Es mucho mejor…

4 comentarios:

  1. Mi padre dice algo me encanta: "si es el amor de tu vida, si es para ti regresará"... no dudes k si ya una vez encontro el camino hasta ti lo volvera a hacer cuando sea el momento indicado :). Yo tmb creo en ese amor de cuento de hadas y de peliculas pork tmb me ha pasado y en toda mi vida no he conocido nada ni remotamente parecido, es algo maravilloso k si es mio lo tendre de nuevo :) y si no... lo disfrute mientras paso!

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  2. Si anytha! es una emoción como ningún otra!... y sé que el sentimiento regresará aunque sea con otro rostro!...

    PD.. que lindo lo que dice tu papi!

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  3. Este monologo me enchinó la piel cuando te vi presentandolo, mas aun porque yo mismo fui participe utilizando a Frank Sinatra como mi Herramienta. Que bello que lo compartes con todos de nuevo Gina :)

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  4. Gracias bebé! te adoro como no tienes idea!

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