Las cosas pasan por algo

Parece que fue ayer que decidí aplicar a la Maestría… Si lo sé! ¿Así o más trillado? Parece que fue ayer… Pues sí… y así mismo parece que ayer hubiese sido 20 de Mayo del 2010… Pero de eso ya pasó más de un año… Un año siendo todo una Ingeniera en Mecatrónica, pero que recién graduada no sabía muy bien que hacer de su vida… (hubo por ahí algunas confesiones, mañana subo una entrada en clareciendo la situación… )

Parece que ayer fue Diciembre, pero ya pasaron 8 meses desde que envié la solicitud para las becas de la maestría… Aún recuerdo Marzo, hace 5 meses, días horribles para mí en los que sentía que todo estaba perdido pues había sido aceptada a los 3 programas a los que había aplicado más en ninguno se me había ofrecido beca… Pero 2 gloriosos meses después recibí un correo diciéndome que me había sido otorgada para el programa al que más miedo le tenía… ¿Por qué miedo? Porque los otros dos programas eran en inglés… pero mi destino me llevó a quedar en un programa impartido en Alemán…

Pero como diría mi amiga Naye: las cosas pasan por algo… Así mismo, después de un año de buscar trabajo en una empresa de giro ingenieril (pues estuve trabajando en una universidad en el área de imagen y promoción) se me eligió para una vacante de ensueño pero tuve que decidir entre la maestría en Alemania o trabajar en una de las más grandes compañías alemanas… Elegí la Maestría, gracias a dios la empresa lo entendió y me dejó las puertas abiertas…

Parece que fue ayer que tomé todas aquellas decisiones que me han llevado hasta donde estoy hoy, a un mes de embarcarme en una nueva aventura… siento como si ya estuviera subiendo el primer escalón del avión que me llevará a mi nuevo hogar… Despierto diariamente emocionada viendo cómo mis sueños dejan de ser sueños y se convierten en una realidad… pero hay días en los que esa felicidad se vuelve tristeza pues hay muchas cosas que debo dejar atrás…

Tantas cosas, la comodidad de un cuarto grande, dos closets enormes para toda mi ropa, mi enorme colección de sombreros y zapatos, un baño para mi sola, tener mamá que me cocine y nana que me ordene el cuarto y lave la ropa, todas esas cosas a las que ya alguna vez tuve que renunciar y que sé que puedo estar sin ellas… Pero no sólo dejo esas comodidades y lujos… sino también dejo los abrazos de mi mami que siempre me hace sentir mejor, los abrazos de oso de mi papá que me hacen sentir tan segura… pero sé que ellos esté en donde esté si los necesito, no dudarán en llegar a mí…

Dejo atrás a mis amigos… y sé que en Alemania encontraré nuevos, más creo muy difícil que en un año pueda sentirme tan segura con ellos como lo hago cuando estoy con los presentes… Que varios de ellos casi no los veo pues viven en otras ciudades, es cierto…. Más no es lo mismo verlos 10 veces al año, que verlos tan sólo una, estar a un camión de distancia, que tener que tomar varios vuelos… Saber que dejaré de estar en momentos muy importantes de la vida de varios de ellos, bodas, nacimientos de sus primeros hijos, bautizos, graduaciones…

Todo eso es difícil, pero quizá lo más difícil es la tristeza que me da cada vez que veo a alguno de ellos y me despido, sintiendo que cada abrazo que recibo de ellos puede ser el último en mucho tiempo…

Pero… las cosas pasan por algo… y en este caso pasan para que yo pueda alcanzar mis sueños…